No podia dejar de experimentar semejante sensacion la que tenemos muchas mujeres cuando nos toca ese bendito momento, de sentirnos mas estupidas que de costumbre frente a los mecanicos que nos ven la cara. Pero en estos momentos no me sentia una civil comun, era una taxista por lo que pretendia filmar toda la charla. Si bien el auto estaba en perfectas condiciones, ya que solo tenia cuatro meses, sentia que estaba un poco acelerado, de todas formas estaba bueno que revisara el embrague que lo sentia muy arriba o que me lo regulara. Ahi comenzaron las historias de cowboy, no sabia bien si estaba tratando de levantarme o cobrarme una fortuna. Me paseo por todo el manual ilustrado del automovil. La pregunta no se tardo en esperar, que hace una mujer como vos manejando un taxi. Y ahi mismo cuando le revele mi secreto el mecanico se convirtio en un ser totalmente generoso que me dijo no es nada querida, tu auto esta perfecto.
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